martes, 15 de junio de 2010

LAS PERSONAS SIN HOGAR UTILIZAN EL FÚTBOL EN SU CAMINO HACIA LA REINSERCCIÓN SOCIAL

Las personas sin hogar celebrarán mañana, día 12, en las instalaciones del Athletic en Lezama su segundo campeonato estatal de fútbol calle. Mientras, a miles de kilómetros, las estrellas internacionales del balompié disputan un mundial, quienes sufren la marginación social luchan por ganar su particular competición, tanto deportiva como personal. La ONG Rais Euskadi, con la colaboración de ayuntamiento de Bilbao, el Gobierno Vasco, BBK y Vodafone, ha puesto en marcha el torneo, abierto a la participación de equipos de la capital vizcaína, San Sebastián, Madrid, Valencia, Murcia, Alcobendas, Móstoles y Sevilla.

La competición comenzará a las 11.00, las semifinales se jugarán a las 17.00 y el inicio de la final está previsto para una hora más tarde. El campeonato no supone tan sólo la ocasión de disfrutar de unos días especiales, hacer amigos y conocer otro entorno. “Somos más ambiciosos”, asegura Mikel Barturen, director de Rais Euskadi. “No se trata de una actividad más de ocio saludable, sino que tiene más recorrido”. Además, el encuentro pretende sensibilizar sobre la situación de estos individuos y premiar procesos de reinserción en los que se incluyen este tipo de iniciativas deportivas.

“Hablamos de exclusión, algo que va mucho más allá de la pobreza”, explica el especialista. La ruptura con estructuras económicas y deportivas pesa, pero aquí también se añade la desaparición de redes sociales y familiares, una situación que suele desembocar en el aislamiento. “Te ha sucedido todo y llegas al final de la escalera, donde ya no te queda autoestima ni ganas de cambiar tu estado. En suma, te abandonas”.

El trabajo no es la meta

Los programas de activación social, impulsados por la Unión Europea, suelen estar enfocados a la consecución de empleo, y la aportación de una infraestructura básica de albergues y comedores. “Pero el trabajo no es la solución a todos los problemas y, frecuentemente, es una meta inalcanzable para muchos”, lamenta Barturen. “A menudo, lo que falta es la motivación y el ocio puede ser una herramienta eficaz para recuperarla”.

El deporte permite relacionar al sujeto con otros y colaborar en equipo por un objetivo común. Asimismo, rompe los roles habituales de los jugadores porque las personas se conocen desde otro punto de vista, incluso consiguiendo el reconocimiento del grupo. Por otra parte, el desarrollo de actividades en espacios públicos facilita la convivencia con el resto de la población.

“La motivación del juego puede llevar a asumir cambios, incluso iniciar procesos de desintoxicación, a comenzar a subir peldaños en su camino para mejorar la calidad de vida, adquirir hábitos de higiene y ocio saludables, ganar autonomía”. El jugador donostiarra que participó en el anterior Mundial se resistía a sacar su DNI hasta que lo necesitó para acudir a la cita. “Es una forma de reconstruir, de volver al punto donde muchos dejaron aparcada su vida”.




Noticia extraída de: www.vidasolidaria.com

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